
Guía para entrenar sin sufrir alergia en primavera
Atravesamos una de las temporadas más complicadas, y es que el clima templado y las horas de luz no es lo único que nos trae la primavera. Para el 17% de la población, cerca de más de 8 millones de personas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) sufre de polinosis, comúnmente conocido como alergia al polen, y por tanto sufren síntomas como estornudos, picor de ojos y nariz, congestión nasal, entre otros, que le imposibilitan desarrollar una rutina normal.
Desde BestDiet queremos elaborar una guía para que podáis realizar entrenamientos y ejercicio físico en esta temporada de la manera más cómoda posible sin sucumbir a los síntomas de la alergia.
¿Cómo afectan las alergias estacionales al rendimiento físico?
Seguir con la actividad deportiva en esta época del año puede ser todo un reto fisiológico. Las alergias estacionales son provocadas principalmente por el polen, el césped, la maleza y el moho. Nuestro cuerpo actúa en un modo protector en el momento que toma contacto con alguno de estos alérgenos, nosotros mismos no somos capaces de identificar este momento, porque se produce mucho antes de empezar a desarrollar síntomas.
El cuerpo se prepara, en un proceso de sensibilización, y almacena este anticuerpo en su memoria para futuros encuentros. Al volver a entrar en contacto con este alérgeno nuestro cuerpo ya reacciona y activa una respuesta que son los síntomas que muchos podemos sufrir como la inflamación en las vías respiratorias, secreción nasal y fatiga.
Estos síntomas son los que obstaculizan que podamos seguir una rutina deportiva, la dificultad respiratoria, puede generar en muchos individuos asma alérgica y disminuye el rendimiento deportivo. De igual forma sentir fatiga o cansancio produce desmotivación y afecta directamente a la actividad deportiva que estemos o queramos desarrollar. Por si fuera poco, estos síntomas también traen consigo una pérdida en la calidad del sueño que hace que la recuperación muscular no sea la adecuada y altere nuestro organismo.
¿Cómo reducir los síntomas de alergia antes, durante y después de entrenar?
Aunque pueda parecer complicado regular estos síntomas, lo cierto es que con una buena planificación y siendo conocedores de nuestro cuerpo podemos llegar a estabilizar los síntomas y hacer que nos afecten lo menos posible:
Antes del entrenamiento
- Realiza una consulta al alergólogo, de esta forma podrá recomendarte el mejor antihistamínico para tu cuerpo y situación.
- Consulta el pronóstico de polen: es una buena forma de conocer el panorama exterior antes de sufrir ningún síntoma. En función de la localidad en la que residas este pronóstico va cambiando, y si ves que el nivel de polen es muy alto puedes optar por hacer otro tipo de ejercicio en interior, o realizar una rutina más corta.
- Usar protección física: existen accesorios que nos puede ayudar a sobrellevar y prevenir ciertos síntomas, como gafas deportivas o mascarillas ligeras que nos protejan de la exposición a alérgenos.
- Preparar y ser consciente del entorno: es decir, si realmente decidimos quedarnos en casa y llevar acabo allí la rutina deportiva, también debemos acondicionar el espacio, manteniendo las ventanas cerradas y usando filtros HEPA para limpiar y evitar cualquier agente extraño.
Durante el entrenamiento
- Hidratación constante: es algo que no debe faltar nunca, pero dada las circunstancias se necesita más que nunca pues necesitamos mantener húmedas las mucosas respiratorias para diluir mucosidad y aliviar la congestión.
- Modera la intensidad del entrenamiento: si ves que estás sobrecargado es recomendable que bajes la intensidad del entrenamiento para que el sistema respiratorio descanse y no se colapse.
- Elige un correcto escenario de entrenamiento: como hemos advertido anteriormente, si el nivel de alérgeno en el exterior es muy alto, es recomendable que hagas ejercicio en casa o en algún lugar cerrado que esté bien ventilado y tenga filtro de aire. Si aún así insistes en realizar ejercicio en el exterior hay actividades que son mejores para personas alérgicas como la natación o el aeróbic acuático, el ciclismo o una simple caminata de bajo impacto.
Después del entrenamiento
- Higiene profunda: para eliminar cualquier resto de alérgeno en la piel o en la ropa debes ducharte y cambiarte lo antes posible.
- Lava los ojos y la nariz con suero fisiológico que no te irrite y que puedas desinfectar las mucosas de alérgenos. Agua tibia durante al menos 20 segundos en cada zona.
- Reposo y descanso: para recuperarte y ayudar al sistema inmunológico, debes respetar las horas de sueño que tu cuerpo y músculos necesitan para afrontar un nuevo día. Los batidos de recuperación pueden ser una excelente opción para darle a tu cuerpo esa energía extra que necesita.
Consejos para hacer ejercicio al aire libre con alergia sin perjudicar tu salud
Entrenar al aire libre ofrece múltiples beneficios, y en BestDiet no queremos que la astenia primaveral afecte a tu actividad deportiva, por eso mismo te recomendamos:
Elegir un buen horario
Evita las primeras horas de la mañana (entre 5 am y 10 am) es donde el nivel de polen se encuentra en el nivel más alto y por tanto nuestro organismo se verá más afectado.
Medicación preventiva
Sigue los pasos de tu alergólogo y toma antihistamínicos no sedantes antes del entreno. Esto reducirá los síntomas durante la actividad.
Elige el ejercicio adecuado y adapta la intensidad
Debemos ser capaces de escuchar nuestro cuerpo y adaptar la rutina de entrenamiento en función del día y de los síntomas que padecemos. Si tenemos dificultad respiratoria o irritación excesiva debemos apostar por ejercicios y actividades de bajo impacto que no alteren aún más nuestro organismo.
En nuestra web podéis encontrar una gran cantidad de complementos alimenticios que os pueden ayudar a mejorar el rendimiento deportivo, y multivitaminas que contribuyen a la protección de nuestras células frente al daño oxidativo de agentes externos. De igual forma antes de realizar cualquier entrenamiento sugerimos tomar L-Carnitina para favorecer el funcionamiento de nuestro metabolismo y por tanto, mejorar nuestro rendimiento físico.